“La historia que tengo para contarles es algo amarga, pero aleccionadora. Trata sobre la vida de una chica de profundos ojos azules y sonrisa fácil que se hartó de la miseria. Sin aviso, un día de calor, decidió abandonar el departamento que compartía con nunca supo bien cuántas personas y alejarse del barrio: un conjunto de monoblocks del conurbano que ella llamaba
Fragmento de Shaila y la carnada.
Incluido en Breviario de furias, Santiago Arcos editor, 2011.
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